sábado, 18 de mayo de 2013

Cayeron al mar

Y esas palabras tuyas caen al mar y se vuelven saladas hasta llegar a otras orillas y se evaporan hasta convertirse en nubes que los pequeños zorros verán desfilar por encima de ellos. Y cruzan sin miedo las montañas que se ven desde mi casa de campo justo el día que yo subo para ver que es lo que hay al otro lado. Ahí están las palabras que no escuché, convertidas en tormenta, la tormenta que me abraza desde que era un niño y ahora lo entiendo casi todo.

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